Los pulsómetros son aparatos para medir la frecuencia cardíaca mientras practicamos el deporte. Existen de diferentes tipos y tamaños, pero todos se componen de una correa que se coloca en el pecho y de una pulsera que se coloca en el brazo. Resultan muy útiles, sobre todo a la hora de saber si hemos alcanzado el ritmo adecuado. Las personas que sufren de insuficiencia cardíaca pueden controlar que su ritmo de hacer el ejercicio no sobrepase el permitido por el médico.
Los diferentes profesionales eligen un tipo de pulsómetros diferentes. Por ejemplo, existen modelos para hacer fitness, escalada o ciclismo. Algunos incluso incorporan GPS para saber la dirección que queremos seguir, o un compás para no desviarnos.
Cualquiera que sea el pulsometro, ha de ser fácil de manejar, y no estorbar cuando realizamos el ejercicio. Para ello muchos de ellos sólo tienen dos botones, uno que registra nuestro ritmo cardíaco y otro que guarda los datos de los entrenamientos. Para movernos por diferentes fechas estos aparatos suelen incorporar flechas de dirección.
Para las personas que no tienen buena vista se han desarrollado con pantalla grande, que permite ver mucho mejor los datos. También es recomendable este modelo para todos aquellos que usan gafas de sol y que no ven bien la pantalla de su pulsómetro.
Por último comentar que existen unos pulsómetros especiales, que son más caros y que normalmente los usan los deportistas profesionales. Desde luego incorporan bastantes más funciones que uno normal, pero hay que tener en cuenta que los deportistas necesitan más exactitud.