Inteligencia es una palabra que tiene múltiples acepciones. Condición sine qua non para cualquier postulante de trabajo, su sola mención está ligada con la plasticidad para resolver cualquier imprevisto así como con la cantidad de recursos empleados.
En tanto virtud, ya sea para resolver una situación o para obrar de una forma que prescinda del mero impulso, usar la inteligencia conlleva movilizar los recursos adecuados tanto físicos como intelectuales y, principalmente, saber administrarlos.
Inteligencia aplicada a la práctica
Desde ya que esta idea no solo aplica en el individuo. Sin lugar a dudas, entre los temas de conversación que este siglo instala en la sociedad están, en el tintero, los asuntos vinculados a la inteligencia artificial.
La pregunta sobre hasta qué punto las máquinas podrán reemplazar la destreza y giros humanos está latente con un dejo que mezcla fascinación y cierto temor en dosis complementarias.
Como paso previo, la inteligencia de las cosas fue haciendo posible, en dosis homeopáticas, contar con recursos impensados en el día a día de un entorno familiar clásico.
En el origen, dispositivos inteligentes era una categoría que quedaba reducida a los smartphones.
Como puerta de entrada se trató, en gran medida de eso, una nueva forma de comunicación que puso patas para arriba el mundo antes conocido. En ese sentido, atento a los avances, el Google Nest Mini es un tipo de dispositivo que se adapta a las necesidades de estos tiempos.
La presencia de estos avances, aún controlada, ganó rápidamente diferentes aspectos de la rutina en el hogar y de los espacios comunes del trabajo, modificando hábitos y consolidándose como una manera de comunicación más.
En el caso del modelo creado por la firma que hizo de la búsqueda una misión, con tres parlantes y conectividad WiFiy bluetooth, ya sea para lugares espaciosos como para ambientar un espacio intimo, a través de sus salidas arroja un sonido potente que envuelve y crea una atmósfera distintiva allí donde suene.
Por sus reducidas dimensiones, pasa desapercibido siendo totalmente funcional a cualquier decoración lo cual lo convierte en una alternativa buscada por todo tipo de usuarios.
Un integrante más de la casa
Signo de los tiempos: hay algo que no se mueve ni mira fijamente y, lejos de intimidar, está listo para escuchar nuestras indicaciones y diferentes órdenes.
No es una película de ciencia ficción. Hablarle a un artefacto tecnólogico no representa tampoco un sinónimo de locura sino que es una de las ventajas de transitar este momento único en la historia de la humanidad. De forma sigilosa, acciones similares son parte del ecosistema digital de este siglo surcado por la velocidad en los cambios de la interrelación.
Atentas a ellos, grandes compañías han hecho posible que pueda contarse con un asistente de voz casi como una pieza más en la ambientación doméstica dando paso a los sueños de automatización.
Por ejemplo, a un precio de S/ 599, el Google Nest es un tipo de altavoz que puede ser activado por medio de la voz con el fin de hacer sonar la lista de temas que mejor se adapte a nuestro estado de ánimo o un podcast descargado que nos inspire. Con batería de duración continua, es el mejor aliado para prescindir del silencio.
Aptos para todos los ambientes
Por esta razón estos modelos de parlante inteligente están pensados no solo para espacios íntimos, sino también para ser distribuidos acorde a los gustos y preferencias según cada perfil de usuario.
Solo con la voz como herramienta necesaria para disponer de una cantidad considerable de información, cualquier asistente de voz con sus diseños y colores precisa de una mínima configuración y un idioma en común para hacer realidad los pedidos más diversos, sean en momentos de planificación familiar o de ocio.
A los asistentes de voz pioneros como Siri o Alexa conocidos por su sencillez van sumándose nuevos nombres con la misma simpleza al momento de activar respuestas a las inquietudes más mundanas que puedan surgir en el hogar.
Por medio de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático son idóneos en reconocer el código del lenguaje que escuchan a fin de dar cumplimiento a las solicitudes requeridas, desde programar una agenda de actividades, colaborar en una receta de cocina y hasta digitar el encendido y apagado de alarmas.
Es de este modo que un buen asistente inteligente redunda en una optimización del tiempo y en un mayor descanso al dar indicaciones sin necesidad de grandes movimientos.Así también incrementa la paz y seguridad en cada casa debido a que permite establecer rutinas vinculadas, por ejemplo, con el ingreso y egreso de los hijos a la escuela o la apertura y cierre de los portones de ingreso al guardar un auto en la propiedad.
Por ejemplo, el parlante inteligente Amazon Alexa a un valor de S/ 315 posibilita además la visualización de lo que ocurre en el interior de la casa cuando se está afuera, además de permitir seguir los capítulos de temporadas de diferentes series o programas de televisión especiales.
Compañero para disfrutar el tiempo libre este tipo de accesorios pueden integrarse como un miembro más de la familia permitiendo el descanso y relevo de las tareas de cada integrante. Lejos de sentirse desplazados resulta un aliciente que incrementa además las capacidades de cooperación y distribución de tareas en el seno de una organización familiar.
Una nueva dimensión tecnológica
Al comenzar la nota la palabra inteligencia asomó como una virtud insoslayable de este momento. En este tramo es menester incluir asistencia en el diccionario que traza las coordenadas del paradigma actual.
Contar con apoyos y elegir cual es la mejor pieza para armar nuestro propio troquelado es una muestra de la inteligencia más útil de la cual no puede prescindirse: la de estar y sentir que se está bien rodeado.
Porque no se trata solo de hacerse oír sino, principalmente, de saber ser escuchado, en entornos convergentes como los que predominan hoy por hoy.